La llamada

Rondaban las 9:32 de la noche cuando entre el sonido de las risas que había en la mesa donde me encontraba con mis amigos en aquel restaurant se escucho el sonido de aquella llamada. Por unos segundos me quede viendo la pantalla sin lograr entender que sentía al observar, de nuevo, tu numero en esa pantalla, hace mucho que no pasaba eso pero volvía a suceder sin que lo buscará, sin que lo planeara. Llena de incertidumbre conteste y recibí el ¡Hola! más frió que había escuchado, te respondí de la misma manera y comenzó con esto la conversación que me hiciera entender que un tú y yo ¡YA NO EXISTIRÍA! al menos no para nosotros. Me contaste que estabas con tus amigos esperando a unas "mujersitas" yo te dije que cenaba con mis amigos, después de un rato nos percatamos de que no tenía caso esa llamada y colgamos. Me hiciste enojar por unos segundos y luego comprendí que en verdad NO VALÍAS LA PENA y es que ya lo había dicho ero no lo hacía de verdad, en mi existía un poco de esperanza, pero después de ese Martes a las 9:34 en verdad lo sabía. Después ahogue tu recuerdo en una botella de Cabrito y unos cuantos limones y entre música, risas y recuerdos sonreí y lo bonito que vivimos lo ocupe para que no dolieras más pero lo malo... ese ENORME RESTO lo utilice para decirte...

¡Adiós al menos de mis pensamientos!